Tras ver las opiniones de otros viajeros, nos decidimos por este hotel para pasar dos días en la ciudad y como punto de descanso entre visitas de cuevas. Tras una semana en 6 hoteles diferentes del pais, este es en el que más a disgusto hemos estado. El personal lento y desagradable. Los desayunos se alargan una eternidad porque les da preferencia a la gente local, y para tener unas simples tostadas nos hicieron esperar 45min. La gente de la recepción constantemente nos preguntaban por qué íbamos fuera a cenar, que podíamos cenar en su restaurante, que es mejor, etc. Las instalaciones bastante pésimas en comparación con las fotos que puedes ver. En definitiva, una decepción de lugar al que no volveremos ni recomendamos
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